miércoles, 26 de agosto de 2020

La ofrenda del colectivo de acuerdos

 


Un relato, quizás una fábula.

Hace un tiempo nos juntamos para extender una invitación global a una aldea de paz en el marco de la COP25 que se realizaría en Santiago de Chile. Por esas rarezas de la vida, nos vimos en un exilio. Entonces forjamos una conversación con felices resultados.

En lo elemental, dijimos, amamos y agradecemos la vida. Estamos acá para cuidarla, honrarla y protegerla.

También, hemos dicho que es un tiempo extraordinario en que la sustentabilidad no basta, nuestra labor ha de ser regenerativa.

Observamos que el diálogo tiene múltiples dimensiones. Hay acuerdos esenciales, otros estratégicos, algunos que tocan el cielo y otros que necesitan Tierra. 

Frente a la diversidad de pensamientos, establecimos la importancia de exponer al mundo nuestra propia historia que a la vuelta de la novena esquina sugiere que promovamos una tecnología para lograr acuerdos. Cada uno de nosotros, los integrantes de este colectivo podrá dar su testimonio. 

Tecnología para lograr acuerdos

Es útil practicar la escucha profunda, el respeto, la labor del anfitrión o de la anfitriona también merece destacarse e ir permitiendo que la voz obedezca a la inteligencia colectiva es finalmente aquello que nos sonsaca las más grandes sonrisas, no habla tal o cual, hablamos en la voz del otro. 

En buen chileno: la buena onda es superclave.