martes, 21 de septiembre de 2010

Paz y primavera


Paz y primavera.

La Naturaleza enseña sus flores. La belleza se instala en todas partes, es cuestión de permitirse disfrutar los olores y los colores.

La Paz en la Tierra y en todas nuestras relaciones es la aspiración colectiva esencial. La calma en tiempos de violencia y sinsentido, adquiere cada día más poder y más potencia. En la retina tenemos los desfiles militares. El consenso social que subyace para explicar la importancia de la exhibición del poderío bélico y el orgullo patrio por estos ritos se explica en la idea que las elites manejan sobre la Paz. Se busca mantener un poder de disuasión para que otros países no nos ataquen.

Entendemos que caen paradigmas y entendemos que se levantan todos los sueños a reclamar su victoria. La cultura patriarcal es la que ha instalado este concepto de Paz. En verdad, el stress que provoca un estilo de vida siempre más acelerado, la violencia al interior de los hogares y contra los animales, son aspectos que hoy comienzan a tener cada vez más la consideración que se les debe.

El peligro está latente. La industria militar y los que lucran con las guerras han visto apagarse Irak y requieren concretar nuevos negocios. Irán aparece como el nuevo demonio a inventar. Esta vez los riesgos son nucleares. La pluma de García Márquez relata así la ficción en el marco del 41 aniversario de la bomba lanzada en Hiroshima: “Un minuto después de la explosión, más de la mitad de los seres humanos habrá muerto, el polvo y el humo de los continentes en llamas derrotarán a la luz solar y las tinieblas absolutas volverán a reinar en el mundo.”

El peligro aumenta porque la ignorancia pampea. La educación está en crisis y la Revolución Pingüina aún resuena en la memoria. Los niños no quieren salir a replicar el mundo absurdo consumista, egoísta y competitivo que replica el sistema a diario.

Es el mismo peligro el que nos da confianza en que la Victoria está cerca. Por una parte, en el mundo material los cambios se suceden con tal velocidad que el miedo al vértigo ha pasado a ser un afán de deseo de más experiencias. La experiencia de la Paz está llamada a comprometer todos los corazones. Es la experiencia que da sentido a la existencia, la que permite disfrutar del sentimiento, del amor y de la vida en plenitud.

La información está al alcance de todos y los ejércitos de la luz, los guerreros del arcoiris, los hijos de la Tierra, los pueblos originarios están en un proceso de unificación en torno a valores superiores. Es distinto unirse en torno a intereses temporales y económicos, a unirse a otros en torno al interés de crear una sociedad feliz. Esta unidad es indestructible. El tiempo ha llegado. Nuestro destino depende de nuestras voluntades. La cultura galáctica viene en Paz.

Próximas actividades.

La visión indica que hoy se celebra el día de la Paz en distintos lugares de Santiago. A las 1930 horas en el café literario y convoca el foro espiritual por la Paz de Santiago, en el Centro Madre Tierra se hará lo propio con Tambores de Paz.

Este miércoles 22 de septiembre se convoca a pedalear por una ciudad sin o con menos autos. La bicicultura es cultura de Paz.

En el próximo Foro Universal de las Culturas se levanta una nueva bandera humana de la Paz el día 31 de Octubre, toda la mañana en la Plaza Sotomayor y luego, una ALDEA de PAZ como se han hecho en los foros sociales mundiales y como se realiza actualmente en el cop16, con ocasión de la junta de Cambio Climático en Cancún.

Entre el 3 y el 7 de Noviembre, Raíces de la Tierra congrega a los líderes de las Naciones originarias de América. El poder del verbo trae el poder de la Tierra y en esos decretos está la esperanza de una Transición exitosa hacia el mundo de armonías que ha sido profetizado y que cada corazón despierto puede contribuir a plasmar.

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