sábado, 26 de febrero de 2011

Borghi y la revolución en curso



La camiseta de la selección es uno de los últimos sino el principal referente de la nacionalidad chilena.

Marcelo Bielsa ha dejado la vara alta. En la calle y junto a los amigos se repite la frase según la cual: "Nunca se había visto a una selección plantarse así en canchas extranjeras, atacando hasta el último minuto del partido. Esa selección nos dio otra identidad." Hoy, se han lanzado señales en torno a buscar la presencia del fantasista de la Roma, Pizarro. Ello augura un buen comienzo. Ahora a una selección que está con la confianza alta es posible que se sume un crack.

El fútbol como vehículo de transformación social.

La globalización y las tecnologías de la información permiten que estemos enterados de cada suceso que acontece en la Tierra, online. Este hecho nos hace partícipes de todo cuanto ocurre en la Tierra, no solamente aquello que acontece en tierras criollas. La Revolución es árabe, no Tunecina, Egipcia, Yemení o Libia. Si incluímos la presencia de petróleo, estamos todos comprometidos con esos sucesos.

La crisis económica, ambiental, de violencia, de desigualdad es planetaria y no solamente local y la tendencia es doble. Por una parte, la cultura de lo masivo tiende a la generación de un sentido de vivir situaciones comunes en todas partes y por otro lado, en las comunidades con fuerte identidad local se suelen reafirmar las características propias.

Ciertamente esta Revolución árabe es parte de la Revolución planetaria. Todos los procesos están acelerados y en esta montaña rusa pareciera, a veces, que el carro se hubiese desacarriado. Es nuestro deber, mantenernos firmes y confiar en que la cordura vuelve a reinar y en que sabremos asumir los desafíos actuales.Vamos a acabar con la violencia y la injustica. El lema de "otro mundo es posible", cada vez se oye más fuerte.

La Coordinadora pro Bandera de la paz y Harold Mayne Nicolls.-

Como sea, el fútbol es un vehículo poderoso en el imaginario colectivo por el cual se mantienen cohesionadas las naciones en el sentido que nos fue enseñado en el mapa político mundial.

En virtud de ello es que junto a la gente que integra la Coordinadora Pro Bandera de la Paz nos dirigimos a solicitar a la directiva del proceso anterior, encabezada por Harold Mayne Nicolls y Marcelo Bielsa, para que llevasen la bandera de la Paz a Sudáfrica.

Obtuvimos respuestas. Atendibles desde la banca nacional y desde la ANFP solamente cuando la selección ya estaba de vuelta. La posterior crisis del fútbol abortó la posibilidad de llegar a buen puerto con las conversaciones. La propuesta que realizamos tuvo más de 2000 adherentes en facebook y eso lo consideramos tan importante como el aspecto cualitativo. Consideramos que lo importante es la trascendencia de difundir un símbolo que puede guiarnos en estos tiempos en que la crisis social, económica, climática, ética y moral pampea en el mundo. La bandera de la Paz está plenamente vigente para proteger monumentos culturales. Los estadios son monumentos de la cultura popular. La ecuación es simple; para que todo el pueblo de la Tierra se entere de un símbolo oficial de la Paz es suficiente con levantarlo en los estadios.

Harold Mayne Nicols se postuló a Presidente de la ANFP haciendo ver que su objetivo era la erradicación de la violencia en los estadios. El triste final del campeonato pasado en Rancagua hace comprender que los avances requieren de aún mayor determinación.

Es cierto que la violencia en los estadios se debe a la violencia estructural de la sociedad y que cabe primero erradicar las desigualdes y todas las fuentes de frustración. En este diálogo, con la dirigencia anterior de la ANFP, concordábamos. Por nuestra parte, expusimos y agregamos que por lo pronto es posible avanzar en el aspecto educativo. Haciendo conocida la bandera de la paz e izándola en los estadios podemos afirmar el objetivo común. Ello permite plantear un objetivo común, que todo ser bien inspirado va a apoyar. Existen otras iniciativas como la de don Elías Figueroa y su Fundación del Gol Iluminado, que año tras año realiza un partido por la paz. Además de un sinfín de otras iniciativas de barrio y de envergadura local.

Por otra parte, es nuestra intención motivar un encuentro de las autoridades del mundo del fútbol en el que se debata entre todos los sectores interesados, acerca de utilizar al fútbol en toda su capacidad para la transformación social.

Claudio Borghi tiene la misión de obtener resultados, de paso, se sabe que el fútbol tiene la capacidad de transformar la sociedad, en la medida que los gestos y la actitud de quienes son los referentes nacionales se condigan con actitudes ejemplares. Es preciso que todos avancemos, cada cual desde su paso, en ser coherentes con nuestra ética. Así es como vamos a lograr cohesionarnos como una sola familia en la Tierra y de se modo, erradicar la ignorancia.

Nada es tan serio: la vida y el fútbol son para jugar.

La cultura de la competencia tiene al mundo aproblemado con el egoísmo. El ocuparse solamente de sí mismos, para competir y salir airosos nos han desviado hacia una sociedad miserable. La grandeza humana se encuentra en la capacidad de dar, de servir y de amar.

El trabajo intenso es distinguir entre un deseo que viene del alma y uno que viene desde el ego. Si nuestros actos están motivados por la gratificación que vamos a obtener, es que deseamos satisfacer nuestro ego; si nuestros actos son en beneficio del bien público, viene del alma que es la esencia de la que estamos hechos. Nuestra estructura básica es el amor incondicional y el gran trabajo de hoy para todos nosotros es purificarnos para que nuestros pasos sean guiados por el deseo de servir en esta hora de Revolución. (Entendamos la Revolución como una época en que construimos un Nuevo Orden Social Mundial.-)

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