viernes, 19 de marzo de 2010

Ética: El cruce entre la Permacultura y la filosofía china.

Una nueva ciencia se apodera de la Academia. La permacultura. Se le conoce como la ciencia de las soluciones. Es una nueva forma de pensar. En la antigua china, el libro de las mutaciones siempre tuvo un lugar de privilegio para entregar luces acerca de los valores cardinales de la Humanidad.

En la permacultura se resumen las éticas a:

Cuidar la Tierra,
cuidar las personas
y la justicia en la repartición de los excedentes.

A la luz de las palabras que tiñen la "opinión pública" como "los saqueos" o los debate sobre la venta de las acciones de Lan del Presidente electo me gusta cruzar la esencia de la Permacultura con los valores cardinales de la filosofía China antigua para aportar al debate verdadero.

Para transitar hacia una era de paz y reordenar nuestro sistema de relaciones debemos agregar valores que iluminen el aspecto ético de la acción. Las éticas de la permacultura son suficientes para la acción, pero otros tres valores me parece que iluminan otros aspectos del deber ser.

La suma de acciones realizadas en base a la permacultura nos llevan al logro. Esta actitud nace de la elevación. Nuestro espíritu se eleva en el amor, en el sentimiento de gratitud por la vida y por la posibilidad de entregarnos al cuidado de todos los seres.

Lo que nos estimula, es la comprensión de lo propicio. Este es el tercer valor en la filosofía china. Es decir, la importancia de volcar nuestra atención en la comprensión del tiempo radica en comprenderlo no como el obstáculo, sino como el medio a través del cual realizaremos nuestro destino. El entusiasmo lo encontramos al descubrir las leyes del tiempo y por ello resulta crucial comprender y asimilar el sincronario maya.

Por último, la perseverancia nos entrega la sabiduría. Con estos valores podemos acrecentar nuestra conciencia del presente y por ello entregarnos a ciclos completos de actividad en favor de nuestra meta. Así nos hacemos infatigables y colocamos toda nuestra fuerza al servicio de la vida.

En verdad, estos cuatro valores cardinales (Logro, elevación, estímulo y perseverancia) no son sino la réplica de las características del movimiento del Universo. Un día, una noche, un año, y un giro alrededor de la galaxia, dentro de una vuelta cósmica. En los ciclos completos de actividad encontramos la fuerza de nuestra naturaleza, idéntica a la naturaleza del cielo.

Hemos nacido en una época en que es propicio el gran salto evolutivo y ello redunda en un mayor estímulo para la acción o bien para la contemplación. Ante esta disyuntiva es a cada quien escoger entre lo heroico y lo santo.

El movimiento de Transición que se ha gestado bajo el movimiento de la permacultura es una invitación a los héroes a llenar el formulario e inscribirse para la fiesta cósmica. El fin de las guerras, el comienzo de la era dorada de paz merece todas nuestras fuerzas y volcar nuestro ánimo hacia la unidad.

Nuestros respetos a todos los santos que lo facilitan todo.

La reconstrucción nacional está en marcha. La Nación cósmica del arcoiris nos llama, a volar, a soltar los viejos hábitos y a despertar del largo sueño de los cinco mil años.

Ahó por los guerreros del arcoiris
Ahó por los santos
Ahó por el retorno de la Diosa
Aquí viene la banda de héroes que ilumina la noche sin fin.

Sri Jai

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