jueves, 12 de noviembre de 2009

2012

2012

La construcción de una sociedad pacífica y solidaria.

Este 12 de Noviembre nos reunimos diversos representantes de organizaciones de la sociedad civil con representantes de cada uno de los candidatos presidenciales. Se preguntó por parte de Miguel Santibáñez que ¿Cómo se hacían cargo las candidaturas de la crisis económica, social, ética, ambiental, sanitaria y financiera que vivimos? La pregunta, de uno u otro modo, se retomó cuando distintas voces consultaron sobre los cambios constitucionales. Parece un consenso la necesidad de modificar lo existente. Más allá de las respuestas que quisiéramos oirles a los candidatos sobre este asunto evidentemente CRUCIAL expongo aquí ideas que se manejan al interior del movimiento mundial de paz.

Este 12 de Noviembre se estrena una película sobre el 2012. El afiche muestra el fin del mundo. La verdad es que distintas tradiciones de pensamiento aspiran a la destrucción del mundo violento e ignorante que vivimos. El año 2012 es un plazo que nos damos para avanzar decididamente y con toda la confianza del mundo para unirnos y derribar los muros interiores que nos impiden que brote nuestra Naturaleza interior bondadosa, compasiva y amorosa. En nuestro interior reside la bondad y el Presidente saliente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Miguel D-Escoto B. señala claramente cómo lograrlo en su declaración de 2009 a propósito de la crisis económica. Levanta el concepto de Noósfera que se refiere al paso evolutivo que estamos encarando como Humanidad. Ello implica reconocer que somos una sola familia habitando la Tierra y que hemos de sincronizar nuestra mente con nuestro corazón. Así, de manera simple, vamos a transitar armoniosamente hacia otra era.

El 2012 es una invitación a unirnos en un movimiento mundial de paz. La marcha mundial por la paz, la kiva de los abuelos, el foro social mundial y tantas iniciativas unitarias del pueblo nos dan la certeza de que es posible. El mundo por construir ha de permitirle a la Tierra que exprese toda su sabiduría. La medicina para curarnos está en la boca de los abuelos y abuelas de las tradiciones originarias. Ellos nos invitan a sembrar y a reconectarnos con el mundo espiritual. La Naturaleza sabrá permitir el florecimiento del jardín que anhelamos. Los árboles, las plantas, los animales, las montañas, los vientos y las aguas están esperando nuestros abrazos.

La sincronización consiste en comprender que el tiempo acontece en un solo momento. Aquí y ahora. Es el único instante en que podemos intervenir la realidad, no lo pudimos hacer ayer y no lo podemos hacer mañana. La acción es ahora. No obstante, nos han enseñado que el tiempo es dinero. ¡A tanto ha llegado la ignorancia! Esto se debe a que el calendario gregoriano que impera en todos los países fue imaginado para recolectar impuestos y no para sincronizar con los movimientos estelares. La sincronización con el Cosmos se logra por tanto estudiando a los abuelos que mantienen tradiciones de conexión con el movimiento de los astros. El Yoga, las cuentas mayas, Vipassana, los temazkales y todas estas técnicas espirituales que se están irradiando tienen este propósito: enseñar a colocar el corazón en cada gesto.

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