viernes, 13 de noviembre de 2009

Charles CooCoo


El nieto de William Comanda está en el Apu Wechuraba el día de hoy, Viernes desde las 16:30 horas.

Texto de la web:

Un Círculo de Todas las Naciones

Una Cultura de Paz

"Ha sido profetizado que llegará el tiempo en que la voz de los indígenas se levantará de vuelta tras 500 años de silencio y opresión, con el fin de iluminar el camino hacia el eterno fuego de paz, amor y hermandad entre todas las naciones."

info@circleofallnations.com

www.circleofallnations.com

Tres Cinturones Sagrados Wampum guían el trabajo del

Abuelo William Commanda

El Cinturón Profético de los Siete Fuegos

El Abuelo Comanda es considerado guardián de este antiguo cinturón sagrado, al tiempo en que se revela su mensaje final: el mensaje de ELECCIÓN, acerca de nuestras relaciones entre nosotros y con todas las creaciones de la Madre Tierra. Seremos guiados por valores como el compartir, el equilibrio y la co-existencia armónica?

El Cinturón de Paz de 1701

A través de este cinturón con tres figuras sobre el compartir en equidad, los ancestros de William Comanda conmemoraron su entendimiento acerca del compartir con los recién llegados los recursos de su tierra nativa, con franceses e ingleses, en el espíritu de una confederación, en conchas sagradas Wampum. El valor inherente del compartir prevalece como la búsqueda elusiva de nuestros tiempos.

El Cinturón Trans-fronterizo del tratado Jay Este cinturón subraya el mensaje espiritual fundamental del mundo indígena acerca de LA AUSENCIA DE FRONTERAS: el pueblo antiguo, los nómadas Mamuwinini, pertenecen a Norteamérica, y como tales conservan una responsabilidad y conexión sagrada con la tierra en que nacieron. Como lo dice el Abuelo Commanda, "Mi territorio es donde fluye el río, donde vuela el ave y donde sopla el viento."

La Visión y el Trabajo del Abuelo indígena

William Commanda

El Círculo de Todas las Naciones no es una organización ni una red, es más bien una eco-comunidad global conectada a través de la visión inquebrantable del Abuelo en tanto a que de una manera fundamental somos uno solo, como los hijos de la Madre Tierra, independientemente del color, creencia o cultura.

William Commanda- OJIGKWANONG

William Commanda, gran bisnieto de Pakinawatik, jefe por herencia de los Algonquins, nació en 11 de noviembre de 1913 en la reserva Kitigan Zibi en Canadá. Nació para recordar la historia de su pueblo y para forjar un sendero hacia el futuro. El Abuelo Commanda es el guardián de los tres Cinturones Sagrados Wampum, de importancia sagrada e histórica. Fuye Jefe de la Reserva Kitigan Zibi durante más de 19 años, guía, cazador y hombre del bosque, así como fabricante de canoas de corteza de abedul y artesano de renombre internacional. Dirigió la Peregrinación Sunbow Five ‘’Arco del Sol Cinquo’’ por la Madre Tierra, es un orador respetado y líder espiritual en encuentros nacionales e internacionales, participa regularmente en las vigilias espirituales por la paz de las Naciones Unidas y es reconocido internacionalmente por su trabajo de promoción de la armonía interracial e intercultural, la justicia social y el respeto por la Madre Tierra. Recibió el Premio Proyecto Lobo y el Premio Armonía por sus esfuerzos al hospedar la armonía racial a través de su creación del "Circúlo de Todas las Naciones". Es anfitrión de encuentros anuales internacionales en su hogar en Maniwaki, Québec, cada mes de agosto. El nos enseña que:

"Debemos reunirnos con una mente, un corazón,

un amor y una determinación."

Los Encuentros del Abuelo Commanda

El Abuelo William Commanda fue testigo de la opresión y casi destrucción de su tierra y su pueblo, idioma y cultura a lo largo de muchos momentos de su vida. E 1961, diagnosticado con cáncer terminal y en un momento muy bajo y doloroso de su vida, cuando experimentó un profundo despertar espiritual, un despertar que lo situó firmemente en el Camino Rojo del perdón, el amor, la compasión y la reconciliación.

Vio la urgencia de la necesidad de reunir a la gente de las cuatros razas simbólicas de la humanidad, para desarrollar relaciones basadas en estos valores y para crear una sinergia que contribuya a la transformación del mundo, que es visto por muchos en una bancarrota moral y espiritual.

A través de las décadas, ha promovido su visión a nivel nacional e internacional, de manera singular e independiente. Personas a lo largo del mundo han sido tocadas por su trabajo incansable de extensión y su búsqueda por promover la armonía racial y el entendimiento intercultural, fomentando y dando soporte al desarrollo espiritual y el despertar de las conciencias sobre asuntos ambientales y el abuso de la Madre Tierra, sin una infraestructura formal.

Su actividad más especial es el Encuentro Espiritual Anual que hospeda en su hogar cada verano. Centenares de personas desde puntos muy distantes del globo viajan a Maniwaki. La gente asiste a ceremonias sagradas de amanecer, pipa y temascal; participa en discusiones en los cuatro temas clave de mayor importancia para él: sabiduría indígena y respeto por la Madre Tierra, armonía racial, justicia social y paz; y participan en talleres de arte, tambores y otras actividades sociales y curativas. Sus encuentros están cuidadosamente diseñados para promover la curación individual y grupal, la construcción de la comunidad, el soporte al empoderamiento de los jóvenes y el desarrollo e integración del principio creativo en el desarrollo espiritual, social y civil.

En última instancia, es la profunda humildad del Abuelo y su gran amor y compasión lo que fortalece a tanta gente para conectar con su propio potencial individual y para andar en espiral hacia el logro de sus propios destinos personales.


El Logo del Círculo de Todas las Naciones

Este logo especial incorpora muchos símbolos de especial significado para la gente indígena, la no-indígena y para el mismo William Comanda.

Los 4 colores del Círculo Sagrado, en su nivel más simple, representan las 4 razas humanas: la gente amarilla, negra, roja y blanca; los 4 puntos cardinales Este, Sur, Oeste y Norte; y los 4 elementos Fuego, Tierra, Agua y Aire. Son profundos el simbolismo y las enseñanzas de la Rueda Sagrada de la Medicina.

La Tortuga, aquí representando a la Isla Tortuga, América del Norte, se describe de manera similar en las mitologías y leyendas de los pueblos nativos del Oeste, los Hindús del Este y los Zulus del Sur, entre otros, como el animal que sacrificó su vida para crear a la Tierra en la extensión del Mar y el Cielo; representa un símbolo de sacrificio, creatividad y fertilidad. La historia occidental sobre la tortuga y la liebre señala la importancia de la perseverancia en seguir los sueños y alcanzar las metas.

El Árbol Sagrado es un ciprés fotografiado por William Comanda. Cuatro troncos separados emergen de la base de este árbol de 75 pies. Las siete raíces de este árbol, que llegan hasta el cielo, crecen a través de la Tortuga hacia la Madre Tierra y el Mar, conectándolo todo. Representa la profecía de los Siete Fuegos del Sagrado Cinturón Wampum que William Commanda ha llevado en nombre de su pueblo durante casi treinta años. (El Árbol del Este se cayó el 1 de junio de 2001, apuntando la urgencia de la profecía).

Los otros árboles nos recuerdan la importancia de los árboles para la Madre Tierra y para nuestras vidas. Hoy día, mientras ve pasar los numerosos camiones madereros a través de las tierras de sus ancestros, William Commanda nos dice.... "se siente como una aguja picando mi ojo".

Las Montañas representan El Lago de las Dos Montañas, hogar tradicional de los ancestros de William Commanda. También representan el ascenso a la montaña sagrada en busca de sabiduría.

La Estrella de la Mañana simboliza la iluminación y la visión y debido a que brillaba tan intensamente cuando nació, su madre llamó a William Commanda "Ojigkwanong".

"Un Círculo de Todas las Naciones,

una Cultura de Paz

La Profecía de los Siete Fuegos engloba una visión del futuro en donde:

  • Honramos nuestras relaciones y responsabilidad hacia la Madre Tierra y sus creaciones
  • Celebramos nuestra diversidad y dones individuales
  • Reconocemos y respetamos nuestro espacio dentro del Círculo de Todas las Naciones

Los pasos para este futuro son pocos:

  • Primero vemos hacia adentro, de modo que nos conocemos mejor.
  • Nos reconocemos y perdonamos nuestros desvaríos y cualquier falla para alcanzar nuestro mejor potencial
  • Perdonamos a los demás por cualquier mal o dolor que nos hayan causado a nosotros o a nuestra comunidad; confiamos que esta energía los ha de transformar espiritualmente
  • Reconocemos que nuestros pensamientos, palabras y acciones nos afectan a nosotros mismos, a la Madre Tierra y a toda creación, y abrazamos plenamente la paz.
  • Escuchamos a nuestras mentes, pero sobre todo confiamos en nuestros corazones

Este camino ha de llevarnos al amor, al compartir, al respeto, compasión, curación, justicia, responsabilidad y reconciliación. Es de importancia crucial que las personas del mundo:

  • Respondan inmediatamente al ruego de los muchos oprimidos por explotación, injusticia social, racismo y guerra;
  • Animen la capacidad humana de perdonar, sentir amor, compasión y reconciliación; y
  • Sean creadores de una sinergia global que asegura la mejora de las vidas de todos nosotros.

Entonces encenderemos juntos el Octavo Fuego y nos convertiremos en:

"Un Círculo de Todas las Naciones:

una Cultura de Paz"

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