jueves, 15 de abril de 2010

Carta a Sebastián Piñera

Sr.

Sebastián Piñera Echeñique
S.E. Presidente de la República
Presente
Santiago, 15 de abril 2010
De nuestra consideración:

Vivimos una época marcada por cambios acelerados en nuestra sociedad. Es vox populi que tenemos una oportunidad única de aprovechar tanto el objetivo de reconstrucción, la crisis del cambio climático, como el despertar del espíritu solidario colectivo para alcanzar objetivos superiores de bien común. Sabemos que unidos no tenemos límites. Aspiramos a una sociedad donde reine una cultura de paz y nos asiste la convicción que viviremos para ser testigos de la Transición hacia ese mundo solidario, amable y respetuoso de todas las formas vivas.

Esta carta, Sr. Presidente, tiene por objeto hacerle saber que cooperaremos en todo lo que sea posible con su Gobierno para el logro del objetivo esencial del Estado que es: La paz social.

Nuestra perspectiva.

Siddharta Gautama, el buda, enseñó una técnica de meditación para liberarnos del sufrimiento en que se vive en esta sociedad miserable. Jesús Cristo pidió perdón con su célebre frase "no saben lo que hacen" porque reconocía la ignorancia dominante. Impresiona que el sistema jurídico romano que condenó a Jesús es la base del sistema jurídico imperante en Chile aún hoy, año 2010. Atendido que hemos replicado un sistema de vida que promueve la separatividad, la competencia y que con ello hemos llegado a alterar el clima de nuestra Madre Tierra, lo lógico y hacia donde se dirige el movimiento social es a terminar con esta sociedad miserable.

Para alcanzar la Paz en la Tierra, ante la caída de los paradigmas de la modernidad, los usos y costumbres de los pueblos originarios aparecen como la fuente de sabiduría a estudiar e incorporar. Estos pueblos, a diferencia de los pueblos en los que vivieron Buda y Jesús, sí alcanzaron el bienestar colectivo y sociedades iluminadas. Buda y Jesús simbolizan hombres luminosos en un mar de personas sufrientes. Los pueblos originarios son conjuntos de seres luminosos que hasta ahora han aguardado pacientemente nuestro despertar para traspasarnos sus conocimientos.

Hemos dejado de creer en las divisiones entre izquierda y derecha, norte y sur y nos hace mayor sentido distinguir entre las formas de la vieja era y las formas de la nueva era. Toda decisión de la nueva era está basada en la bondad esencial que nos caracteriza como seres humanos y por ende, se empapa en la convicción que ahora nos toca fundar los cimientos que gobernarán la sociedad amorosa y pacífica de los próximos milenios en nuestro Planeta.

Los nuevos paradigmas rescatan la antigua sabiduría cósmica.


Nuestra petición.

Hoy celebramos un nuevo aniversario del Pacto Roerich. Este Pacto estableció el año 1935 en Washington, la bandera de la paz. Es un pacto válido a la luz del derecho internacional, vinculante para Chile y que adquiere creciente reconocimiento. El año 2008 nos tocó ser testigos de un acuerdo de Gobierno con representantes de la sociedad civil en el Palacio de La Moneda que se refería a la prioridad que representa para la acción común, la promoción de una cultura de paz. Dicho acuerdo se honró con un acto cuya fotografía le adjuntamos y que fue realizado para celebrar el día internacional de la paz, que coincide con el equinoccio de primavera.


Por esta carta, pedimos a Ud., una audiencia para darle mayores antecedentes acerca de este movimiento planetario que busca levantar una bandera bajo la cual podamos cooperar sin distinciones en pro del objetivo superior que es transitar hacia una cultura de paz.

Esta bandera está comenzando a ser izada por Universidades, Municipios, Centros de Permacultura y ha sido históricamente en Chile asociada al movimiento que nos refresca la memoria en torno al tiempo y que promueve que nuestro país adopte un calendario de trece lunas. (Ojalá que su Gobierno le de la relevancia que tiene a este tema crucial).

Le pedimos una audiencia y también le solicitamos a Ud., que realice todas las gestiones a su alcance para que la selección de fútbol lleve como ofrenda a la Copa del Mundo de Sudáfrica la bandera de la Paz y se la entregue a las selecciones de Honduras, España y Suiza. Comienza aquí nuestra campaña por ver manifestado este sueño. Nuestra visión es acelerar el proceso de pacificación mundial y por ello, siendo realistas, aspiramos a colocar la bandera allí donde se mueve con entera claridad la pasión de las multitudes.

El fútbol ha tendido a ser un negocio, sin embargo, en el seno de Naciones Unidas existe desde hace mucho la claridad en torno a su verdadero rol que es la “creación de un mundo mejor en el que reine la paz”. Esta idea que proponemos permitirá que su Gobierno realice una contribución majestuosa a un interés colectivo planetario.

Desde su creación en el año 1935 fue augurado por las autoridades de la época que todas las naciones levantarían esta bandera. La Historia nos reseña que luego del Pacto sobrevienen la segunda guerra mundial y la guerra fría. Hoy, el escenario geopolítico tiene su atención en organizaciones que aún creen en el camino de la violencia. Al mismo tiempo, gracias a la informática, se levanta con pies de gigante un movimiento mundial y unitario por la paz. Nosotros estamos apoyando ese movimiento. Solicitamos simplemente al Estado de Chile que cumpla su compromiso internacional de levantar la bandera de la Paz que suscribió. Estamos sacando esta bandera desde los libros de Historia y la queremos ver ondeando en La Moneda, en el Mundial de Sudáfrica y frente a todas las Instituciones Culturales.

El modo de erradicar la violencia en los estadios es erradicando la violencia en la sociedad y ello solamente es posible en la medida en que abrazamos con firme determinación nuestro propósito común.

Esta bandera ha sido creada para la protección de los monumentos culturales y es tiempo de colocar sobre la agenda los asuntos esenciales y dejar de lado, los asuntos que nos dividen. Tiene Ud., Presidente, en esta propuesta que le hacemos, una oportunidad de contribuir al entendimiento de todos los líderes y actores políticos, sociales y culturales. Lo que requerimos es un propósito común y, en este día le pedimos que levante un símbolo del genio humano.

La cultura galáctica viene en paz, por todas nuestras relaciones.

Coordinadora pro 15 de abril

1 comentario:

  1. Bien por las iniciativas de comunicación.

    Estoy seguro que el mensaje incuvará la dimensión invisible, original y eterna de la banderá de la paz. Flamiando radiante, blanca y energética al interior de los corazones.

    ImU

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