viernes, 9 de abril de 2010

La responsabilidad social empresarial y la permacultura.

Es muy vistoso que las grandes empresas entienden que ante una catástrofe como el terremoto deben cooperar en la reconstrucción. Lo hacen desde su giro específico, continúan ofreciendo sus servicios y vendiendo sus soluciones. También lo hacen desde la responsabilidad que les compete frente a sus trabajadores y a la comunidad en que inciden. Cada cual desde el alcance con el cual comprenden la enorme responsabilidad que tienen en el diseño del Paisaje.

Sabemos que las grandes multinacionales tienen intereses en toda la Tierra. Por lo tanto, ¿qué dimensiones nuevas debe explorar la responsabilidad social empresarial?

La ciencia de la permacultura ofrece una visión muy atingente. Esta ciencia observa la actuación en sociedad desde una triple conducta ética. Colocando atención en el Cuidado de la Tierra, de sus habitantes y en la Justicia en la distribución de los excendentes.






Estas éticas describen una visión holística por la cual se sugiere que todos, incluidas las empresas, asumamos responsabilidad.

Las empresas nacen para acometer grandes proyectos sociales. Hoy, la complejidad de nuestras relaciones y la especialización nos confunden un poco. Verdaderamente, todo ser humano coincide en que lo importante en la vida es alcanzar la felicidad y para eso emprendemos las iniciativas. En ellas podemos encontrar nuestra misión y al realizarla, nos realizamos como seres humanos.

La responsabilidad nos invita a considerar las consecuencias de nuestras acciones. Nacimos en un planeta y sabemos, por ejemplo, que existe una crisis climática y que depende de nuestras conductas colectivas, salvar la situación. Es por tanto, prioritario que la responsabilidad social empresarial considere que toda la teoría vaya acompañada de prácticas que aborden integralmente las dimensiones de la conducta humana.

La flor de la permacultura facilita la comprensión de los aspectos que debe abordar una empresa. Eificiencia energética, educación para la paz, ambientes contruídos con una visión ecológica, manejo integrado de plagas, procura de bienestar físico y espiritual de los directivos, trabajadores y de la comunidad...

Especialmente, ante la consideración del peak oil, esto es: el fin del petróleo barato y de fácil extracción, es totalmente pertinente la relocalización. Esto es volver a interactuar fuertemente con nuestros vecinos y rearmar el tejido que nos provea de nuestras necesidades en un área cercana a la localidad que habitemos. Se acaba el tiempo actual en que nuestra mesa refleja alimentos venidos desde todo el orbe.

Otro aspecto de relevancia en esta nueva ciencia dice relación con nuevas perspectivas respecto al proceso de toma de decisiones. Podemos decir que el sistema de relaciones actual nos tiene al borde del despeñadero. Si seguimos sin cambiar de actitudes, condenamos a nuestra descendencia. Si cambiamos y volvemos a consensuar un orden social mundial, tenemos una chance de lograr un salto evolutivo. Para lograr este nuevo consenso global, es preciso comenzar a practicar formas de tomar decisiones por consenso en nuestros propios lugares de acción, sea en el trabajo, en el club deportivo, en la familia... Esto resulta un inmenso aprendizaje de paciencia.

Se requiere paciencia y perseverancia. Perseverar implica rescatar sabiduría, porque avanzar por este camino que puede ser sacrificado, solo puede entenderse cuando se tiene en mira que se realiza por un objetivo superior. El bien común. La lentitud de una solución suele verse beneficiada, si es que ha logrado realmente aunar todas las voluntades, por la potencia del actuar común.

Existen personas con menos estudios, con menos capacidad de síntesis, con incapacidades, pero si la decisión la involucra, hará suyo el compromiso y solamente así podremos alcanzar una disciplina con la cual comprendamos que el destino de la Humanidad está en la voz de todos.

Atendidas las infinitas vetas que tiene la permacultura, el trabajo de exponer la vinculación entre la responsabilidad social empresarial y la permacultura lo dejamos hasta acá. La invitación del movimiento que se agrupa bajo esta ciencia es a adoptar una actitud de creciente coherencia con el conocimiento que se adquiere en torno a lo que resulta moralmente propicio en esta hora en que toda la información la tenemos a mano con solo clickear con un ratón.

Juan Pablo Lazo U.
Abogado

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